Un NO definitivo.

Tomaste tu propia decisión, me dijiste un NO definitivo, un NO en el que no volverá a ver vuelta atrás. Con tu propia decisión, lo dejaste todo claro, me dejaste ver lo poco que te importo y lo poco que me quieres. Me demostraste que no se puede confiar en ti, ¿para qué? Si a la que me doy la vuelta te vas con otra o me ignoras completamente.

Me demostraste, que tus "te quiero" no eran verdaderos, que tus promesas no serían para siempre, y que nada volvería a ser como antes. 

Pero tranquilo, no te preocupes, "seremos amigos", pero una cosa si te aseguro, no me vuelvas a entralazar en tus mentiras y tus recuerdos. A partir de ahora, intentaré actuar con naturalidad, seremos, como decirlo, ¿compañeros? Sí, eso creo. 

Intentaré olvidarme de los malos momentos y quedarme con los buenos, creeré que fue bonito mientras duro; y que realmente, fue una relación preciosa. No te reprocharé ningún recuerdo, ni serás “el malo de la película”; simplemente, todo se quedará en un largo pasado.

Porque si algo he aprendido, es que si las cosas pasan, son por algún motivo; pero si se rompen, es porque no podían acabar bien y que nada sería como los famosos cuentos de princesas.

Creías que era un juego, pero en la vida siempre ganas y pierdes, esta vez, a mi, me ha tocado perder.